En 1956, Benjamin Bloom con sus colaboradores Max Englehart, Edward Furst, Walter Hill y David Krathwohl publicaron un marco para categorizar las metas educativas: Taxonomy of Educational Objectives. Conocido familiarmente como la Taxonomía de Bloom, este marco ha sido aplicado por generaciones de maestros K-12, instructores de colegios y universidades y profesores en su enseñanza.
El marco elaborado por Bloom y sus colaboradores constaba de seis categorías principales: Conocimiento, Comprensión, Aplicación, Análisis, Síntesis y Evaluación. Las categorías posteriores a Conocimiento se presentaron como “habilidades”, entendiendo que el conocimiento era la condición previa necesaria para poner en práctica estas habilidades.
Si bien cada categoría contenía subcategorías, todas ubicadas a lo largo de un continuo de simple a complejo y de concreto a abstracto, la taxonomía se recuerda popularmente de acuerdo con las seis categorías principales.
Un grupo de psicólogos cognitivos, teóricos del currículo e investigadores educativos y especialistas en pruebas y evaluación publicaron en 2001 una revisión de la Taxonomía de Bloom con el título A Taxonomy for Teaching, Learning, and Assessment. Este título desvía la atención de la noción un tanto estática de “objetivos educativos” (en el título original de Bloom) y apunta a una concepción más dinámica de la clasificación.
Los autores de la taxonomía revisada subrayan este dinamismo, utilizando verbos y gerundios para etiquetar sus categorías y subcategorías (en lugar de los sustantivos de la taxonomía original). Estas “palabras de acción” describen los procesos cognitivos mediante los cuales los pensadores encuentran y trabajan con el conocimiento.
Tipos de conocimiento
Aunque el conocimiento puede ser el bloque más intuitivo de la pirámide del modelo cognitivo, esta dimensión en realidad se divide en cuatro tipos diferentes de conocimiento:
- El conocimiento fáctico se refiere al conocimiento de la terminología y detalles específicos.
- El conocimiento conceptual describe el conocimiento de categorías, principios, teorías y estructuras.
- El conocimiento procedimental abarca todas las formas de conocimiento relacionadas con habilidades, algoritmos, técnicas y métodos específicos.
- El conocimiento metacognitivo define el conocimiento relacionado con el pensamiento: el conocimiento sobre las tareas cognitivas y el autoconocimiento
Sin embargo, esto no quiere decir que este orden refleje qué tan concretas o abstractas son estas formas de conocimiento (por ejemplo, el conocimiento procedimental no siempre es más abstracto que el conocimiento conceptual).
Sin embargo, es importante delinear estas diferentes formas de conocimiento para mostrar cómo es más dinámico de lo que uno puede pensar, y que existen múltiples tipos diferentes de conocimiento que se pueden recordar antes de pasar a la fase de comprensión.
Cómo la taxonomía de Bloom puede ayudar en el diseño de cursos
Gracias a la Taxonomía de Bloom, los maestros tienen una herramienta para guiar el desarrollo de tareas, evaluaciones y planes de estudio en general.
Este modelo ayuda a los maestros a identificar los objetivos de aprendizaje clave que quieren que un estudiante logre para cada unidad porque detalla sucintamente el proceso de aprendizaje.
La taxonomía explica que
1) antes de que pueda comprender un concepto, debe recordarlo
2) para aplicar un concepto, primero debe comprenderlo
3) para evaluar un proceso, primero debe analizarlo
4) para crear algo nuevo, es necesario haber realizado una evaluación exhaustiva
Esta jerarquía lleva a los estudiantes a través de un proceso de síntesis de información que les permite pensar críticamente. Los estudiantes comienzan con una pieza de información y están motivados para hacer preguntas y buscar respuestas.
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