¿Qué pueden enseñarnos las neurociencias sobre el cerebro y cómo lo podemos aplicar a nuestras formas de enseñanza? Sobre la base de esta pregunta se construye la disciplina de la neuroeducación.
¿Qué es la neuroeducación?
La neuroeducación es, sencillamente, el aprovechamiento del conocimiento que nos da la neurología, buscando aplicaciones para el área de la educación; aprovechando, también, otras ciencias como la psicología.
La neurología nos enseña mucho sobre cómo funciona el cerebro; especialmente las diferentes etapas de desarrollo. Conocer las etapas nos permite desarrollar planes educativos más apropiados para las edades de nuestros estudiantes.
¿Qué nos dicen las neurociencias sobre el aprendizaje?
Para la neuroeducación, promover la curiosidad lo es todo.
La curiosidad es la chispa que permite mantener a un grupo de estudiantes motivados e interesados por un tema. Esto es especialmente cierto para la niñez. Lograr que un grupo de niños se mantenga completamente quieto, y aprenda algo en el proceso, no es solo imposible, sino que resulta en un problema, pues los conocimientos no llegan ni se consolidan a través de este método. En cambio, un enfoque activo donde se promueva el contacto con la naturaleza y el entorno permitirá un mejor desarrollo de habilidades básicas que resultan tan necesarias para el aprendizaje.
Y así, cada etapa del desarrollo tiene necesidades educativas distintas que deben satisfacerse si se quiere que el proceso sea exitoso. Comprender el rol de las emociones y la empatía es fundamental para la educación humana.
La neuroeducación, entonces, busca conocer cómo aprende el cerebro humano en cada etapa para aprovechar cada recurso disponible en beneficio de los estudiantes.
Beneficios de la neuroeducación
Uno de los grandes beneficios de este enfoque educativo, son los aprendizajes que le quedan al estudiante que se salen de lo que tradicionalmente se enseña en la escuela.
Como la neuroeducación se enfoca en mantener el interés del estudiante, comprendiendo sus necesidades, esta termina enseñando lecciones como la gestión de las emociones, y cómo usarlas para mejorar el interés en un tema en específico. Un docente que esté preparado en el tema de la neuroeducación es capaz de conocer cómo las emociones afectan a sus estudiantes, y esto lo ayuda a mejorar su forma de presentar los temas para que se mantengan interesantes.
Además, otro aporte realmente útil de la neuroeducación es la gamificación, el uso de juegos como método educativo. La gamificación en la educación nos ofrece un estilo de enseñanza mucho más interactivo, que fácilmente llamaría la atención de los estudiantes.
Aprender sobre neuroeducación puede ser de gran utilidad para todas las personas interesadas en la enseñanza, especialmente para adolescentes y niños. Ciertamente, es un tema que vale la pena profundizar.
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