Cuando empezamos una profesión, normalmente tenemos una idea general de qué habilidades se necesitan gracias a las formaciones que tomamos. Todos sabemos que debemos convertirnos en expertos en las competencias que aprendimos en las universidades u otros programas de formación académica; pero eso no es suficiente: tenemos que buscar el balance entre dos tipos de habilidades para ser exitosos en lo que nos propongamos.
Aquí entran dos conceptos: habilidades blandas y habilidades duras. Ambos se llevan de la mano, pero tienen claras diferencias.
Habilidades duras o hard skills
Las habilidades duras, o en inglés hard skills, son las habilidades necesarias para un trabajo específico, lo que se enseña en el colegio y la universidad. Por lo tanto, tales habilidades a menudo se denominan profesionales.
Estas varían totalmente entre cada campo profesional. Imagina que eres un desarrollador. En este caso, la lista de habilidades duras se verá así: ser fluido en HTML y CSS, comprender marcos y bibliotecas, conocer JavaScript, poder escribir consultas SQL, etc.
En cambio, el editor de una revista tiene una lista completamente diferente de habilidades profesionales: compilar planes de contenido, distribuir tareas para los autores, editar textos de otras personas, dominar el estilo del género, trabajar coordinado con un diseñador, etc.
Habilidades blandas o soft skills
Las habilidades blandas (o de otro modo flexibles) son conocimientos, habilidades y cualidades personales adicionales. No dependen tanto de los detalles específicos de un trabajo en particular, pero ayudan a construir una carrera.
Por lo tanto, cualquier especialista debe cumplir con los plazos, ser capaz de comunicarse, ser responsable y disciplinado. Estas habilidades y cualidades básicas son necesarias en cualquier campo de actividad. Estas son habilidades blandas. A menudo, son útiles no solo en el trabajo, sino también en la familia, la amistad y los pasatiempos.
Habilidades blandas más demandadas:
- Habilidades de trabajo en equipo
- Pensamiento crítico
- Gestión del tiempo
- Liderazgo
- Creatividad
A diferencia de las habilidades duras, no hay instrucciones para dominar las habilidades blandas. Una persona puede caracterizarse por cierta cualidad (amabilidad, disciplina) o la adquiere con la experiencia.
¿Cómo podemos desarrollar cada tipo de habilidad?
Para construir una carrera exitosa, necesitamos actualizar regularmente las habilidades blandas y duras. El desarrollo de tus habilidades duras se logra al estudiar en la escuela y la universidad o colegio, cursos en línea, clases magistrales, talleres, pasantías, intensivos y conferencias profesionales. Con habilidades blandas, las cosas son más complicadas. Este es un trabajo constante sobre uno mismo, la búsqueda de las debilidades y el deseo de desarrollarlas.
Una manera de desarrollar habilidades blandas es a través de pasatiempos, unirse a clubes de lectura o de discusión que sean de su interés para desarrollar capacidades de análisis. Practicar deportes en equipo como ejercicio de liderazgo. Y más opciones que dependen de la habilidad que deseamos desarrollar.
¿Qué tipo de habilidad es más importante?
Las habilidades duras se caracterizan por diplomas y certificados que confirman las competencias profesionales. Si no tiene estas habilidades, simplemente no calificará para el trabajo. Por lo tanto, muchas personas piensan que tener habilidades duras es lo principal y que las habilidades flexibles solo son un agregado.
Pero las habilidades blandas son determinantes para tu desenvolvimiento en cualquier trabajo. Y de hecho, muchas veces, los empleadores las tomarán en cuenta con más atención que a los títulos de habilidades duras. No se puede iniciar un trabajo especializado sin la titulación correspondiente, pero tener las habilidades para desenvolverse en ese trabajo es esencial, y por esto recomendamos no desestimar las habilidades blandas y desarrollarlas conscientemente.
En conclusión podemos decir que las habilidades blandas son igual de importantes que las habilidades duras. Aprovecha cada oportunidad de aprender algo nuevo a nivel personal o profesional, pues siempre puede resultar útil para tu carrera.
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