Design Thinking no es una propiedad exclusiva de los diseñadores: todos los grandes innovadores en literatura, arte, música, ciencia, ingeniería y negocios lo han practicado. Entonces, ¿por qué llamarlo Design Thinking? Lo especial del Design Thinking es que los procesos de trabajo de los diseñadores pueden ayudarnos a extraer, enseñar, aprender y aplicar sistemáticamente estas técnicas centradas en el ser humano para resolver problemas de una manera creativa e innovadora: en nuestros diseños, en nuestros negocios, en nuestros países, en nuestras vidas.