Durante más de una década, se ha instado a los desarrolladores a buscar la "convergencia" de las plataformas móviles y de escritorio. El término se refiere a la idea de que las interfaces de usuario, los datos y las experiencias serán totalmente consistentes en las aplicaciones móviles y de escritorio. Para seguir siendo relevantes, se nos dice, los programadores deben poder escribir aplicaciones que funcionen igual de bien tanto en teléfonos como en PC.